La nueva ISS 45/90 trabajando en Nueva York
Una cizalla Indeco ISS 45/90 secciona la antigua estructura del puente Kosciuszko, uno de los proyectos más importantes en la ciudad de Nueva York.
Abierto en 1939, el puente Kosciuszko atravesaba el río Newtown, conectando Brooklyn (por Green Point) con Queens (a la altura de Maspeth). El puente, de 1835 metros de largo, fue cerrado al tráfico en abril 2017 para su demolición. A pesar de haber sido rehabilitado en 1973, y nuevamente entre 1996 y 1997, la estructura estaba en continua vigilancia desde el año 2000. Por ello, el Departamento de Transportes e Infraestructuras del Estado de Nueva York (NYS-DOT) estableció en 2009 un plan para la construcción de dos nuevos puentes atirantados que, aunque manteniendo el nombre del construido en 1939, lo sustituirán, permitiendo así mejorar notablemente la viabilidad en esta área de Nueva York.
Una demolición compleja
La construcción del primer puente atirantado se ha adjudicado a unión temporal de empresas formada por Skanska, Kiewit y ECCO-III Enterprises, que terminó los trabajos en abril 2017. A la UTE se asignó también la demolición del puente antiguo, que comenzó el 24 de julio 2017, cuando el segmento central, que atravesaba el río Newtown (de 91,5 metros de largo, 27,12 metros de ancho y un peso de 2268 toneladas) fue inicialmente separada del resto de la estructura y, tras hacerla descender 38 metros gracias a un sistema de martinetes hidráulicos, fue apoyada en dos gabarras que la transportaron a un centro de reciclaje donde fue seccionada. Todavía había que resolver cómo demoler las dos rampas del lado de Queens y del lado de Brooklyn, que constituían la parte más importante del puente (con 1700 metros de largo entre las dos). Se trataba de hecho de 21 segmentos de entre 36 y 70 metros, apoyados sobre pilares de hormigón armado, con un total de 31 500 toneladas de acero y 68 000 metros cúbicos de hormigón armado. Tras un atento análisis del diseño original, era evidente que el método más eficaz par proceder a la demolición de la estructura era seccionarla en puntos determinados y hacerla “apoyarse” con explosivo, en una única voladura para los 21 segmentos, sobre un lecho de arena que amortiguaría el impacto. Una vez en el suelo, la estructura podría demolerse mecánicamente (con cizallas para las estructuras de acero y martillos hidráulicos para los pilares de hormigón armado).
La demolición del puente Kosciuszko fue subcontratada por la UTE a Breeze, una de las empresas más importantes especializadas en este tipo de intervenciones en la ciudad de Nueva York, que ya ha realizado demoliciones importantes y complicadas, como la del antiguo estadio Shea y la del Hotel Dorset, que permitió la expansión del Museo de Arte Moderno (MOMA).
Dadas las dimensiones de la estructura y los tiempos establecidos para completar la demolición (antes de fin de año), Breeze decidió recurrir lo mínimo posible a la llama oxiacetilénica, favoreciendo en su lugar el uso de cizallas hidráulicas montadas sobre excavadoras. Por este motivo, Breeze ha incorporado a su flota de máquinas y herramientas la nueva cizalla Indeco ISS 45/90, adquisición que realizó en el concesionario Alessi Equipment. La demolición comenzó por el primer segmento de la rampa del lado de Queens, que se realizó totalmente con la cizalla, es decir, sin hacerla caer al suelo con explosivos, tanto porque no se podía bloquear el único acceso a la última salida en dirección a Brooklyn, como porque el uso del explosivo habría podido inducir estrés en los segmentos sucesivos, que ya habían sido preparados con cortes y divisiones para su posterior desprendimiento con explosivos.
Una gran demolición para una gran cizalla
El número y las dimensiones de los elementos estructurales del puente exigían una cizalla de gran potencia y robustez. Los grosores de algunas vigas IPE eran de 2 pulgadas (más de 5 cm), mientras que los tirantes superiores medían 34 cm de altura, 54 cm de anchura y estaban realizados con elementos de acero de 32, 19, 16 y 13 milímetros de grosor. Breeze, antiguo cliente de Indeco (dispone de 22 martillos, 2 cizallas y 2 pinzas multi grab) decidió por tanto adquirir la ISS 45/90 no solamente por lealtad a la marca, sino porque la cizalla era la mejor de su categoría de peso (9700 kg) en cuanto a fuerza de corte (2500 toneladas), máxima fuerza en punta (275 toneladas) y apertura máxima (1100 milímetros). La ISS 45/90 está realizada totalmente en Hardox y, con un cilindro que puede ejercer presiones de hasta 700 bares, tiene la robustez estructural y potencia necesarias para cualquier tipo de intervención. La cizalla dispone también de una doble guía que mantiene las mordazas siempre perfectamente alineadas, evitando las flexiones en todo el movimiento de corte. La doble válvula de regeneración acelera el movimiento de la mordaza (apertura y cierre más rápidos, mejorando la productividad), mientras que el doble sistema de incisión en la punta superior e inferior permite un avance más eficaz del corte. Como el resto de cizallas Indeco, la ISS 45/90 puede ofrecer una relación potencia/peso muy favorable, lo que mejora la eficiencia de esta herramienta.
Breeze ha acoplado nuestra máquina a una excavadora Komatsu PC800, mediante un soporte especial que ha permitido asegurarla al monobloque. En ciertos momentos, el corte de las diversas estructuras ha sido complicado, precisamente por sus dimensiones. Como se ha observado, cuando se cortan y seccionan vigas IPE, la cizalla pliega en primer lugar las alas y el grueso central, por lo que duplica (o a veces triplica) el grosor que se debe cortar. A pesar de las dimensiones de los diversos elementos y la enorme cantidad de acero que se debe seccionar, la ISS 45/90 está demostrando unas prestaciones óptimas.