Resultados "atómicos" en Illinois
Las herramientas Indeco están jugando un papel fundamental en la demolición de la central nuclear de Zion en Illinois. El proyecto se ha encargado a Manafort Brothers, una de las empresas más importantes de Estados Unidos especializadas en este tipo de desmantelamientos.
La central de Zion se encuentra en Illinois, a orillas del Lago Michigan, a unos 64 km de Chicago y 68 de Milwaukee. Construida en 1973, la planta empezó a producir electricidad entre finales de dicho año (primer reactor) y septiembre de 1974 (segundo reactor).
La central de Zion formaba parte de la red Commonwealth Edison (ComEd) y se creó para dar servicio al área metropolitana de Chicago y toda la parte del estado que limita con el lago. En febrero de 1997, tras un error operativo que llevó al apagado accidental del reactor número 1 (evento que no supuso ningún problema de seguridad), se suspendió la producción de energía eléctrica. En febrero de 1998, ComEd, que debía invertir 435 millones de dólares para reactivar el reactor 1 y reabastecer de combustible el reactor 2 (ya inactivo en el momento del incidente), decide suspender definitivamente la actividad, dado que la inversión no había generado suficientes beneficios para la empresa. Para acelerar los tiempos de conversión del sitio, en agosto de 2010 el NRC (Consejo de Regulación Nuclear), utilizando un procedimiento sin precedentes en su historia, permitió a ComEd transmitir su licencia a Energy Solutions, empresa especializada en el desmantelamiento de centrales nucleares, así como en la recuperación de sitios afectados por actividades industriales.
El proyecto de Energy Solutions, denominado “solución greenfield”, prevé restaurar para finales de 2026 el estado ambiental y paisajístico en que se encontraba el área hace casi cincuenta años, es decir, antes de que comenzase la construcción de la planta.
Un desmantelamiento largo y complejo
Energy Solutions, a través de su filial Zion Solutions, es responsable de todos los trabajos de retirada de las instalaciones y demolición de las estructuras, así como del traslado de todos los materiales de desescombro a un lugar de su propiedad. El desmantelamiento (decommissioning) comenzó en 1998 con la extracción del combustible nuclear de los reactores y la puesta en seguridad de las barras de uranio; por otro lado, en 2011 comenzaron las operaciones de descontaminación y demolición de las estructuras que, a partir de ese año, y teniendo en cuenta también el acondicionamiento del terreno, requerirán unos diez años de trabajo por parte de 200 trabajadores especializados al año, con un coste total de la intervención estimado en unos mil millones de dólares. El plan de desmantelamiento establece que, en todas las fases de demolición de estructuras de cemento armado y acero, solo pueden adoptarse procedimientos mecánicos.
El uso de explosivos quedaba descartado desde el principio, dada la naturaleza del sitio y el posible riesgo de liberación descontrolada a la atmósfera de polvo contaminado.
Para poder llevar a cabo adecuadamente y con total seguridad el proceso de demolición, hacía falta confiar el trabajo a una empresa con capacidad y experiencia demostradas.
De hecho, se trataba de desmantelar estructuras muy complejas debido a las características estructurales de los edificios y la presencia de diferentes tipos de instalaciones.
Por ello, en 2014, Zion Solutions encargó dichos trabajos a Manafort Brothers, de New Britain, Connecticut, empresa con casi 100 años de historia reconocida a nivel nacional, dado que es la única a día de hoy que puede decir que ha demolido dos centrales nucleares en la costa oriental de Estados Unidos. Manafort Brothers trabajó inicialmente en el edificio donde se alojaban las turbinas y los generadores, que ya está completamente demolido, para después proseguir en el interior de las dos torres que acogían a los reactores 1 y 2, donde han eliminado varios tipos de instalaciones. Posteriormente, comenzó el desmantelamiento del edificio grande que alojaba las instalaciones auxiliares, situado frente a las dos torres, cuya demolición comenzó en otoño de 2017.
Además de la experiencia y la capacidad para operar con seguridad, estas demoliciones tan exigentes y complejas exigen máquinas y equipamiento adecuados. El prolongado calendario del proyecto, el tamaño y la resistencia de las estructuras de cemento armado y acero, y la necesidad de garantizar producciones adecuadas, han exigido evaluar con especial atención las herramientas destinadas a la demolición. Este análisis ha llevado a Manafort Brothers a utilizar exclusivamente los martillos Indeco, con el apoyo de un quebrantador y una cizalla, también suministrados por Indeco.
Una demolición con la firma de Indeco
En el proyecto de Zion operan dos HP 25000 (en Europa HP 18000 – con un peso operativo de 11.054 kg, con puntero de 250 mm para excavadoras de 60 a 140 Tm.) tres HP 13001 (en Europa HP 9000 – con 5.000 kg de peso operativo, 15.000 Julios, puntero de 195 mm para excavadoras de 39 a 80 Tm) y un HP 8000 (en Europa HP 5000 – peso operativo 3150 kg, puntero de 160 mm y 8.000 Julios, para excavadoras de 27 a 50 Tm) montado en una excavadora dotada de un largo brazo de demolición y, como ya se ha mencionado, una cizalla ISS 30/50 y un quebrantador giratorio IRP 1250. Las herramientas suelen utilizarse al mismo tiempo, y algunas de ellas llevan utilizándose más un año ininterrumpidamente.
Como nos dice John Carville, director de obra de Manafort Brothers, “aquí en Zion, como en todas las demoliciones de este tipo, debemos afrontar una serie de problemáticas, empezando por la seguridad y el estado de salud de los empleados, el respeto a la normativa medioambiental y la necesidad de programar y realizar de modo adecuado las diversas fases de demolición, así como la de acceder a áreas no accesibles directamente por estar ocultas tras otras estructuras.
Para hacernos una idea de la cantidad de cemento armado presente en el lugar, basta decir que, una vez terminado el trabajo, habremos producido 113.000 toneladas de escombros, todas ellas transportadas por vía férrea a las instalaciones de Energy Solutions situadas en Clive, en el desierto de Utah. Además del hormigón, también se deben tener en cuenta las decenas de miles de toneladas de materiales ferrosos y no ferrosos obtenidas tras la demolición”.
Las dimensiones de la intervención no terminan con la descripción cuantitativa del trabajo; todas las estructuras internas y externas de hormigón armado de mayor relieve se realizaron con hormigón proyectado que, según el área en que se encuentre, varía entre 1 y 4 metros, con armaduras de 32 o 36 mm de diámetro y una malla de espesor medio a alto.
Los mayores espesores se encuentran en las estructuras que se extienden a casi 18 m por debajo del nivel del terreno, y que alojaban las instalaciones de bombeo del agua de refrigeración procedente del lago Michigan, en los almacenes de reserva de combustible nuclear y, naturalmente, en los cimientos. Estos espesores, por tanto, requieren un gran esfuerzo de maquinaria y herramientas, como manifiesta el propio John Carville: “Manafort Brothers es la única empresa de la Costa Este con experiencia específica en la demolición de centrales nucleares desmanteladas.
De hecho, ya demolimos la central Connecticut Yankee, en Haddam Neck, y la central Maine Yankee de Wiscasset. Por tanto, sabemos cómo desenvolvernos en este tipo de intervenciones, pero francamente nunca he visto un cemento armado con valores de resistencia a la compresión de 60 a 90 MPa (8,7 – 13 Kpsi), como los que hemos visto aquí en Zion.
Por ello, la selección de martillos y herramientas de demolición era verdaderamente crucial. También quiero destacar que la decisión de utilizar Indeco no se basó únicamente en la experiencia positiva del HP 8000 que ya utilizábamos, sino que es fruto de una atenta evaluación comparativa con otros fabricantes. Los dos HP 13001 son los modelos que más utilizamos, pero naturalmente son los dos HP 25000 los que nos permiten afrontar las situaciones más difíciles.
El HP 25000, además de beneficiarse de la tecnología Indeco de todos los modelos de la gama, dispone de una notable potencia, con sus 25.000 Julios, y es el martillo más productivo y potente que existe actualmente en el mercado.
En determinadas condiciones, es el único que puede hacerle la competencia al explosivo. También hemos observado en todos los modelos una alta fiabilidad y durabilidad de los punteros en relación con el tipo de demolición, signo evidente de que los materiales con los que están fabricados están a la altura de los utilizados para el resto de componentes del martillo.
También el quebrantador y la cizalla están dando resultados óptimos en términos de productividad. El quebrantador giratorio ha destacado especialmente por su muy buena relación potencia/tamaño”.
Alta valoración en producción y servicio
En los trabajos de Zion, los martillos han estado y siguen estando sometidos a un trabajo muy duro y prolongado en el tiempo. Este aspecto no es normal en demolición, donde normalmente las operaciones se realizan en un máximo de un año o poco más.
En todas las demoliciones de grandes estructuras se puede medir el nivel productivo de la maquinaria, pero una intervención como la de Zion también representa un desafío en cuanto a servicio y asistencia, elementos que inevitablemente terminan por afectar decisivamente a los tiempos de trabajo.
A este respecto, John Carville añadió: “Nuestra satisfacción con los martillos, el quebrantador y la cizalla Indeco se basa en obvios criterios productivos, pero también en el servicio ofrecido por Indeco North America, que siempre ha dado respuestas rápidas y eficaces a todas nuestras exigencias, que por otro lado se han limitado casi siempre a intervenciones de mantenimiento ordinario. Por tanto, no es de extrañar que hayamos previsto la adquisición de otros dos HP 13001 para completar el proyecto”.